sábado, 10 de abril de 2010

VISITA AL COSMOCAIXA: LOS DINOSAURIOS.

LOS DINOSAURIOS:

Los dinosaurios (Dinosauria, gr. "lagartos terribles") son un superorden de animales vertebrados que dominaron los ecosistemas del Mesozoico durante unos 160 millones de años, alcanzando una gran diversidad y, algunos, tamaños gigantescos. Una de sus principales características distinguibles es que poseen las patas situadas por debajo del cuerpo, como los mamíferos, y no hacia los costados, como la mayor parte de los reptiles. Los dinosaurios eran reptiles originariamente bípedos, aunque el cuadrupedismo resurgió en varios grupos distintos. Durante los últimos años se han acumulado pruebas científicas muy contundentes de que pequeños dinosaurios carnívoros dieron origen a las aves durante el periodo Jurásico. De ahí que, actualmente, las aves estén clasificadas dentro de Dinosauria. Los dinosaurios se confunden frecuentemente con otros tipos de reptiles antiguos, como los alados pterosaurios, los terápsidos pelicosaurios y los acuáticos ictiosaurios, plesiosaurios, y mosasaurios, aunque ninguno de estos era realmente un dinosaurio.

Dinosauria constituye un superorden de la clase de los saurópsidos. Se considera que forman un taxón monofilético por presentar una serie de claras sinapomorfias que los unen, como el fémur articulado con la pelvis por medio de un cóndilo dispuesto en ángulo respecto de aquél, y hueco en la pelvis. Se trata de la misma disposición que se presenta en los mamíferos, y que permite que las patas traseras sostengan al cuerpo actuando como pilares, lo que repercute decisivamente en la habilidad motriz. Los dinosaurios se clasifican tradicionalmente según la estructura de su cadera.


Dinosaurios. Del desierto de Gobi a CosmoCaixa

El famoso naturalista y explorador estadounidense Roy Chapman Andrews, considerado como la persona que inspiró el personaje cinematográfico Indiana Jones, decía: «Siempre hay una aventura justo al lado de la esquina... y el mundo está lleno de esquinas». Y justo en el límite entre Mongolia y China, el aventurero vivió una de las más fascinantes experiencias. Después de soportar temperaturas extremas y superar diversas trabas administrativas por parte de las autoridades chinas, descubrió una de las mayores colecciones de fósiles de dinosaurio del Cretácico Superior.
El 13 de julio de 1923, su expedición fue la primera del mundo en descubrir huevos de dinosaurios pertenecientes a la especie de Theropodo Oviraptor y el esqueleto de un Velociraptor. A esta primera expedición le siguieron otras cuatro más, que convirtieron a Chapman en un auténtico icono de la exploración. Ahora, 87 años después de su importante hallazgo, la exposición Dinosaurios.

Tesoros del desierto de Gobi recoge en CosmoCaixa Madrid 43 piezas fósiles originales, extraordinariamente bien conservadas, halladas en estas expediciones. Entre ellas cabe destacar los pequeños esqueletos de crías de Hadrosaurus y Protoceratops, ejemplares poco habituales, el único embrión de Oviraptor que se conserva en todo el planeta, el fósil de un Tarbosaurus y el cráneo de un Velociraptor. La muestra, realizada en colaboración con la Academia de las Ciencias de Mongolia y la Fundación Metropolitan para el Arte y la Cultura de Milán, podrá visitarse hasta enero de 2011. El montaje de la exhibición de esta valiosa e impactante colección de fósiles enfatiza mediante la iluminación la presentación casi individualizada de cada uno de los grandes esqueletos de dinosaurios, que provoca la inmersión del visitante en una sugerente atmósfera. Dinosaurios. Tesoros del desierto de Gobi cuenta con ocho animaciones 3D que evocan desde el proceso de fosilización hasta la recreación de diversos tipos de dinosaurios o el comportamiento de estas criaturas extintas.

Madrid, 17 de marzo de 2010.- Los dinosaurios dominaron la Tierra durante más de 160 millones de años y desaparecieron hace 65 en su estadio más avanzado de evolución. Los hallazgos de restos fósiles son la principal pista para conocer cómo eran, vivían y se comportaban estos animales del pasado.

Después de las primeras investigaciones en el desierto de Gobi, organizadas en la década de 1920 por el Museo de Historia Natural de Nueva York y la colaboración de influyentes personalidades como Rockefeller, Colgate y sobre todo Henry Fairfield, un mecenas millonario con cargo en el museo y gran admirador de Darwin, el incansable naturalista Roy Chapman recibió la propuesta de realizar una expedición a Asia Central para demostrar la teoría de Darwin sobre la evolución humana que acabó convirtiéndose, por casualidad, en una «caza del dinosaurio». Varias expediciones continuaron profundizando con éxito en las investigaciones paleontológicas, descubriendo siempre nuevos hallazgos que despertaron el interés de investigadores de todo el mundo y convirtieron Mongolia en un lugar mítico para la paleontología.

Según el profesor Richen Barsbold, director del Instituto de Paleontología de la Academia de las Ciencias de Mongolia, que ha dedicado su vida al estudio de los fósiles de dinosaurios encontrados en el desierto de Gobi, «la colección de dinosaurios de Mongolia es de las más vastas y famosas del mundo, tanto por el número de hallazgos como por su rareza». Barsbold ha participado en las expediciones realizadas a lo largo de los últimos 50 años a este desierto, donde se encuentran los yacimientos de dinosaurios más importantes del mundo por su enorme variedad y las excelentes condiciones de conservación.

Un fascinante viaje al pasado entre dinosaurios de 3 metros de altura. La muestra expuesta en CosmoCaixa, de 800 m2 de superficie, se compone de 13 esqueletos completos de ejemplares de dinosaurios tan enigmáticos como los Tarbosaurus, superpredadores que alcanzaban las 4,5 toneladas de peso relacionados con los famosos Tyrannosaurus rex de América... o los Gallimimus, rápidos corredores tomados como iconos en diversas películas de Hollywood. Todos ellos constituyen un grupo de gran belleza e interés científico.

Asimismo, entre los hallazgos expuestos figuran los restos fosilizados de un embrión de Oviraptor, un ejemplar único en el mundo, además de nidos de huevos y un esqueleto completo perteneciente a un adulto. De hecho, los nidos y esqueletos de Oviraptor descubiertos en el Gobi confirmaron por primera vez que los dinosaurios empollaban sus puestas de huevos. Una evidencia más sobre la línea evolutiva que dio lugar a las aves: el hábito de empollar los huevos lo heredaron éstas de los dinosaurios más primitivos.

Therizinosaurus, apodado Manostijeras por sus uñas de 60 cm, Deinocheirus (Mano Terrible), o Anserimimus (Imitador de Ganso)... son otros de los importantes ejemplares que convierten esta exposición en una selección única en cuanto a conservación, variedad e importancia evolutiva de las piezas mostradas. Todos estos hallazgos del Gobi contienen una valiosa información en torno a los últimos ecosistemas terrestres con dinosaurios en Asia. Por otro lado, los dinosaurios de Asia Central proporcionan una excelente imagen del diverso mundo de animales terrestres que vivieron en el Cretácico (hace entre 135 y 65 millones de años). Se trata probablemente del periodo más rico en cuanto a formas y tipos de dinosaurios… y el mejor estudiado gracias a los numerosos hallazgos realizados. Y no hay que olvidar que el gran número de esqueletos completos y la extensa variedad de los fósiles descubiertos en el desierto de Gobi son únicos. Incluso los esqueletos más delicados han sido encontrados en muy buen estado de conservación. La explicación podría radicar en que, posiblemente, éstos se vieron azotados por una repentina tormenta de arena que en unos instantes los cubrió por completo, permitiendo así una conservación perfecta. La muestra también deja abierta la puerta a la reflexión sobre los efectos de los cambios en la naturaleza como causa directa de la desaparición de estos seres.


Animaciones 3D:

La Obra Social ”la Caixa” ha completado la muestra realizando una producción audiovisual con ilustraciones de Mauricio Antón, uno de los más grandes especialistas en la reconstrucción científica de la vida del pasado, con el objetivo de ofrecer la recreación de aspectos de la vida de algunos de los dinosaurios fósiles presentados en la exposición.

A partir de los esqueletos exhibidos de Tarbosaurus, Protoceratops, Gallimimus y Oviraptor, los audiovisuales presentan ocho breves animaciones, consistentes en la recreación de cada uno de ellos, que por un lado explican desde el esqueleto hasta la apariencia externa y, por otro, recrean algunos aspectos de su existencia. Así, puede observarse cómo podría haber sido la muerte y fosilización de un Protoceratops, una manada de Gallimimus, el comportamiento reproductor del Oviraptor o una escena de caza de un Tarbosaurus.

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